La asociación

La asociación nace de la observación por parte de sus fundadores de la necesidad de definir las condiciones del ejercicio de la enseñanza y práctica de los diferentes yogas tibetanos y meditaciones, habida cuenta que se ha convertido en una profesión autónoma y con entidad propia dentro del ámbito de la sociedad.

Se promueve la preservación de la pureza del camino y enseñanza, adaptados a las actuales condiciones sociales y de vida, muy alejas de las propias de las sociedades en las que surgieron, además de restablecer, si se diese el caso, la milenaria ciencia de los yogas tibetanos y sus prácticas, para que puedan seguir aportando a la sociedad actual los beneficios que durante siglos han demostrado ser eficaces para sus adeptos.

Se pretende, y es objeto de esta institución, regular las condiciones en que deberán ejercer su actividad los diferentes niveles de acreditación contemplados (Monitores, Instructores, Profesores, Maestros y practicantes de Yoga Tibetano), para cualquiera de las variantes recogidas, de modo que aflore un lugar de encuentro abierto en el que la sociedad pueda encontrar una garantía de la pureza de las enseñanzas transmitidas y por ende que sus asociados sean consecuentes y responsable para con estas.

Se garantiza por parte de la institución que el cumplimiento de las condiciones de enseñanza y práctica adecuadas a lo expuesto estará supervisada por los diferentes comités abiertos de seguimiento.